miércoles, 14 de febrero de 2018

De nuestro Hermano Mayor

Estimado/a hermano/a:

La Cuaresma ya llegó. Para muchos de nosotros la Cuaresma es uno de los periodos del año vivido con mayor intensidad. Sólo pensar en ella hace que se nos ilumine la cara con una sonrisa y despierte sentimientos de dulce expectación y nostalgia. Doña Cuaresma se nos presenta cargada de cultos, actos y ritos. Un año más nos ofrecerá la oportunidad de participar en triduos y vía crucis, asistir a besamanos y pregones, degustar torrijas y “pescaito” frito en una buena compañía, sacar la papeleta de sitio, escuchar alguna marcha clásica de agrupación musical o bajar la túnica y el capirote del altillo para su posterior preparación. Todos estos signos anuncian a cada uno que no se trata de una ocasión cualquiera, sino llena de importancia y significado, lo cual ayuda a crear recuerdos perdurables de esos momentos y los graba en nuestra memoria como acontecimientos especiales dignos de guardar en nuestro corazón.

Cuaresma, cuaresma, Doña Cuaresma… palabra que de usarse tanto a veces pierde su sentido, pues hay tantas definiciones y significados de Cuaresma como personas la viven y la sienten.

¿Y la tuya? ¿Cómo la definirías? ¿Todos los años es igual? ¿Piensas que se ha quedado obsoleta? ¿Crees que tu cuaresma está llena de mucha parafernalia y poco contenido? ¿Crees que debemos de buscarle un nuevo significado?

Para poder responder a alguna de estas preguntas te invito a que reflexiones con estas otras dos e interiorices su mensaje y lo que a ti te reporta. Dichas cuestiones se encuentran en el libro del Génesis. La primera aparece en la escena con Adán ¿dónde estás?  y la segunda en la escena con Caín ¿dónde está tu hermano? Son las dos primeras preguntas que Dios hace al hombre al inicio de la humanidad y que también dirige hoy a todos nosotros.

La verdadera Cuaresma es tiempo de revisión. El Señor te pregunta ¿dónde estás? Es Él el que te busca, Él que sale a tu encuentro, valora tu vida, abre bien los ojos y no le dejes pasar de largo. Recicla tu amistad con Jesús, busca momentos de oración para estar con Él y participa activamente de los sacramentos de la Eucaristía y del Perdón. 

La verdadera Cuaresma está orientada a la acción. El Señor te pregunta ¿dónde está tu hermano? Él te cuestiona qué haces por los demás y por el mundo, cómo cuidamos lo que nos rodea. Este tiempo nos invita a abandonar el egocentrismo y caminar hacia una actitud activa de responsabilidad fraternal, acogida, solidaridad y comprensión.

El hermano de San José Obrero debe de vivir la verdadera Cuaresma, auténtica y en esencia. Aprovecha este periodo de 40 días con actitud abierta a la conversión. Utiliza este periodo para conocerte bien y cambia aquellas cosas que no te gustan de ti para ser mejor persona y aportar mucho bien al mundo. No te conformes con una vida mediocre. Busca crecer en tu amistad con el Señor. Todos los que formamos nuestra hermandad estamos invitados a volver a Dios “de todo corazón” durante esta Cuaresma.

Un abrazo fraternal en nombre del Señor.

Rafael Gaitán Remesal
Hermano Mayor